Un año más celebramos nuestra ya tradicional ruta de resistencia desde Tomares al Rocío. Hay que empezar diciendo que aunque este año hemos tenido bajas importantes de amigos y compañeros que han sido pilares importantes de este tipo de pruebas, hemos de decir queeee……………. lo sentimos mucho pero habéis sido sustituidos por nuevas aventureras que sin duda han hecho que este año el grupo fuera mucho mas “cohesionado” y feliz que en otras ocasiones. Es cierto que en alguna ocasión escuché lamentos del tipo “que caló hace” o “no puedo ni respirá” o “os queréis echá pallá, so pesaos”, pero bueno, vamos a pensar que es por el fragor de la salida que ya sabéis la gente se suele agolpar algo más.Muy pronto empezaron las escaramuzas entre las diferentes facciones claramente diferenciadas que había dentro del grupo. Había miradas de desconfianza sabiéndose que en cualquier momento alguna de las facciones movería pieza y así fue, la sección femenina abrió fuego y nos lanzo su arma más letal, espantosa………….. solo mentes muy fuertes estarían preparadas para aguantar a la temible CLARA, también conocida como la ASTRÓNOMA o ARTURITO. La táctica consistía en mandarnos a Clarita a la primera línea, al grupo de cabeza que se dedicaba a tirar de toda la expedición y ponerse a hablar y lanzarnos adivinanzas sin parar. Fueron aproximadamente 2 horas de duro monólogo donde además de explicarnos con todo lujo de detalles multitud de temas, le puso algún mote que otro a alguno, como por ejemplo a Antoñito el Irónico, más conocido por nosotros hasta ahora como El Vega.
Por fin llegada a la primera parada, La Juliana, y primera advertencia, “por favor, paradita muy corta y no comer mucho que ahora lo hacemos en el camping”. Pues eso, ni caso. Que si pásame el bocata de atún, que si yo prefiero los higos de mi suegro, Pedro pidiendo vaselina para suavizarse no sé qué cosas, en definitiva, cada uno a su bola.Retomamos la marcha de nuevo he intenté hacer oídos sordos a algún que otro comentario que me llegaba amparados en la nocturnidad y en el grupo, eran del tipo “que se habrá creído el niñato este”, “a mi no me manda nadie”, “dejadme, dejadme que le pego una gofetá”, bueno, ni que decir tiene que los diversos cursos preparatorios para la Presidencia me han servido para no responder a tales provocaciones.
Continuamos el camino en dirección al Camping de Aznalcazar, todos nos mirábamos asustados porque el silencio en la noche era brutal, “¡qué pasa, algo ha cambiado!”. Finalmente nos dimos cuenta que Clara había ejecutado su promesa de no hablar, qué descanso. Por fin llegamos al camping. Como casi todos sabíais este año era meta volante de primerísima categoría con 999 puntos de los 1000 puntos que tiene en su totalidad esta ruta de resistencia. Ni que decir tiene que aunque Pedro Ramírez intentó por todos los medios arrebatármelos no lo consiguió y un año más fui el vencedor indiscutible. Se pidió por activa y por pasiva que se moderara el consumo de Cruzcampo pero por la foto ya veis que no se consiguió. Comenzó el arreglo pinrreles. A pesar de que en el camping estaban todos durmiendo alguno iba por ahí gritando “a ver, alguien tiene calcetines de sobra que no me he traído ni uno”, “¿quién era el que tenía el spray refrescante de pinrreles?”, un desastre.
Un nuevo empujoncito de unos 5 Km y nueva meta volante, por supuesto ganada también por mí con la oposición rastrera de Lopera y Alberto, pero tras un bastonazo bien ejecutado entre las dos paletilla frenaron en seco. Aprovechamos este momento para bautizar a algunos de los nuevos peregrinos (con perdón) y, por ejemplo, Clara fue bautizada como “Dologial de las marismas” o a Pedro como “Gorrito del Pastorcito Divino”. 
Ni que decir tiene que algunos aprovecharon la ocasión para hacerle la pelota al EXPRESIDENTE, ¡por favor, que Lopera ya no es el Presidente!. Sé que algunos os preguntaréis ¿qué leches lleva colgadas Lopera de la correa, mochila, cabeza?, pues ni idea, eso sí, seguro que muchas chalauritas así tipo guerrillero de las marismas.Bueno, continúa nuestra aventura y salgo con Alberto en dirección a Villamanrique. Lo primero que me dice Alberto es “que alegría, tu si que sabes conducirme bien, con Lopera me mete por todos los arenales y ya me he tragao 2 árboles”, eso sí, cuando me pidió que parara para orinar antes de llegar al pueblo se me abrieron las carnes, pensé "como no lo oriente bien hacia las hierbas aquí se va a montar un espectáculo".
Continúa nuestra travesía hacia Villamanrique y a estas alturas algunos ya no sabían si eran corredores de ultrafondo, peregrinos o ninjas asesinos de las arenas.El caso, a esas alturas ya llevábamos más de 28 Km y ya pensábamos en nuestros queridos amigos que nos esperaban en Villamanrique, saber de ellos, si estaban bien, si se habían dejado a la familia acostadita y abrigadita en casa. Lo de menos era que el que supiéramos que traían neveras cargadas de cervezas, agua, isotónicos, Nestea. Aquí tocaba nuevo repaso de pinrreles y un pequeño ágape.
Villamanrique, kilómetro 30, se empieza a notar que algunas de las participantes empiezan a preferir irse en el coche de Nico hasta el Rocío y pegarse un buen sueño antes de seguir con nuestra grata compañía. Concretamente se montaron en el coche Ángeles y Clara y automáticamente hubo que agarrar a más de uno porque salieron unos cuantos corriendo hacia el coche, entre ellos Esteban que acababa de llegar. Que si yo tengo un poco de mareo, que si me duele el pie, que si el coche es mio.......Por fin nos ponemos de acuerdo y vuelta a arrancar por las calles de Villamanrique en dirección al polideportivo. Pasó una patrulla de la Policía Local y nos preguntó que de donde éramos y hacia donde íbamos. Al decirles que éramos de Tomares e íbamos a el Rocío se escuchó una voz dentro del coche que dijo “no hay majarones en Tomares, este es el segundo grupo en una semana”.
De nuevo marcha a buen ritmo y tras unos 7 km nos encajamos en el cancelín, la entrada a la Raya Real. En este punto del camino nuestra compañera Blandine llegaba bastante fastidiada con una molestia en su pierna izquierda y aunque le ofrecimos la posibilidad de retirarse demostró la gran fortaleza psíquica que tiene. No obstante y para calmar las molestias Esteban le ofreció un ibuprofeno. Ya al sacar el botiquín de la mochila la cosa empezó a dar cierto miedo, aquello parecía de todo menos un botiquín. Tan solo decir que cuando sacó la carterilla del ibuprofeno se le empezó a desmoronar a Blandine entre los dedos, así y todo cerró los ojos mientras le resbalaba una lágrima por la mejilla y dijo “que sea lo que Dios quiera”. A partir de ese momento ya no solo iba con las molestias si no también agobiada por si se había intoxicado con el ibuprofeno.
Pues con más o menos gloria conseguimos llegar a Palacio. A estas alturas la gente se comía los bocadillos detrás de los árboles para que nadie los viera. Sacudida de pinrreles, mas cremita en los pies, nuevos calcetines y sale un primer grupo para acercar un coche al puente del ajolí por si las moscas. Blandine en un acto de heroísmo se tomó un paracetamol de Esteban, en las mismas condiciones que el Ibubrofeno. Cojeando y siempre acompañada por Pilar comenzó a andar mientras el resto terminábamos de prepararnos y cuando estaban a 150 metros Lopera les pegó un grito "QUE POR AHÍ NO ES". Tuvieron que desandar lo andado y cuando llegaron a nuestro lado resultó que sí que era por donde iban, bueno, menos mal que de francés andamos cortitos porque fue rumiando algo mientras miraba con cara de odio a Lopera.
Aunque hay cierta foto del camino a partir de Palacio voy a evitarla para no herir sensibilidades y dejemos mejor esta. Ya sé que es un tanto engañosa porque si la foto tuviera audio se podría ir escuchando:- "Lopera, deja de meterme más por tanta arena y darme contra los árboles".
- "Tengo sudores fríos, ¿será del Ibuprofeno?"
- "Como le pase algo a mi amiga le clavo el bastón a Esteban en la espalda".
- "Hay que ver lo bien que me encuentro, esto se lo voy a recordar a Blandine toda la vida".
(Ahora solo queda que le pongáis nombre a cada persona que hizo esos comentarios).
Tuvimos una paradita técnica por el camino, a unos 4 Km del puente del Ajolí. Pilar nos decía que estaba decaída, pero la verdad es que se pegó una buena siesta. Bueno, como veis mientras Pilar estaba recuperándose la gente haciéndose fotitos, que si ahora una por aquí, que si ahora otra por allá, cuidado que no salga Pilar que da impresión al tener los ojos vueltos.....
Hubo un pequeño debate para ver como actuar, alguien comentó "y si la metemos debajo de un arbusto y nos vamos", nos pareció una salvajada y por eso se lo recriminamos a Blandine.
Por fin en el Ajolí. Creo que no es necesario que diga que del grupo de rescate yo fui el primero en entrar, como siempre, claro está. Ya la mente la teníamos puesta en los estiramientos, en hacer ejercicios para hacer circular el ácido láctico y de ahí las siguientes fotos:
Bueno, vaaaa, que siiiiii, que nos lo hemos pasado muy bien y que el grupo ha sido encantador. Pues ya sabéis, para el año que viene más, pero si os habéis quedado con ganas, en Octubre bajada en BTT del Guadalquivir
Y AHORA LA FOTO DEL PEDAZO DE GRUPO 2011
PD: Ya sé que no llego al nivel de Domingo en esto de las crónicas, pero lo he intentado.
